De 613 profesionales médicos encuestados en un reciente estudio de Deloitte, el 57% manifestaron no usar la tecnología móvil en su trabajo clínico, por ejemplo acceder a datos médicos, realizar prescripciones o comunicarse con los pacientes. De hecho un porcentaje del 78% de aquellos que dicen no usar esta tecnología manifiestan no tener planeado usarla en el futuro próximo.

Estos datos contrastan con un reciente reporte de Manhattan Research que indica en 72% el nivel de médicos que han adoptado las tablets, aunque reconoce que el uso puede ser sólo para ver vídeos y consultar el email.
Otro estudio de Kantar media cifra en 74% los médicos que usan smartphones por propósitos profesionales y en 38% los que usan smartphones y tablets en su práctica.

Con todos estos estudios hay que considerar que la adopción de las tecnología puede provenir no sólo de la decisión del médico, sino de una política de salud institucional o guvernamental y lo más importante, de las propias exigencias de los pacientes/consumidores.